·La Biblia, inspirada por el Espíritu Santo, es nuestra máxima autoridad y guía en lo que creemos y cómo vivimos.
·Creemos en un solo Dios, creador de todo, que existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
·Gracias a la obra redentora de Jesús, podemos cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas: adorarle, integrarnos en su iglesia, desarrollar el carácter de Cristo y servir a los demás.
·Dios desea nuestra sanidad y prosperidad para que podamos ser una bendición para otros.
·El pecado nos separa de Dios y de su propósito para nuestras vidas.
·El arrepentimiento implica apartarse del pecado, renovar nuestra mente y seguir a Jesús.
·El bautismo en agua es un testimonio público de nuestra nueva vida en Cristo: nuestra naturaleza pecaminosa queda sepultada y resucitamos a una nueva vida en Él. Creemos que al nacer de nuevo, el Espíritu Santo entra a vivir en nuestro corazón y debemos aprender a ser guiados por Él.
·Debemos buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas, confiando en que es buena, agradable y perfecta para nosotros.
·La salvación es un don de Dios. Somos salvos al confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor y creer en nuestro corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos.
·Somos salvos por gracia mediante la fe, para realizar buenas obras.
·Podemos vivir en santidad siguiendo el ejemplo de Jesús, con la guía y convicción del Espíritu Santo, quien habita en nosotros desde el bautismo y nos otorga sus dones.
·El bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia posterior a la conversión. Para recibirlo, debemos tener sed, pedirle al Señor que nos bautice, recibir y dejar que de nuestro interior broten ríos de agua viva por la fe.
·La sanidad física es uno de los beneficios de la salvación, uno de los dones del Espíritu Santo y una de las señales milagrosas que acompañan a los creyentes.
·Nuestra liberación y victoria sobre el diablo, los demonios, las fortalezas mentales, las heridas del alma, los hábitos pecaminosos, las ataduras sexuales, el enojo, la depresión, el pecado, la muerte, la pobreza y las maldiciones ya fueron logradas por Jesús en la cruz. Debemos apropiarnos de nuestra libertad por la fe, la sangre de Cristo y nuestro testimonio.
·Jesucristo es el único mediador que puede restaurar nuestra relación con Dios. Jesús, siendo Dios, se hizo humano, vivió sin pecado, murió en la cruz y resucitó al tercer día, demostrando su victoria sobre el pecado, la muerte y el diablo.
·Creemos en el amor y la santidad de Dios donde su gracia y justicia se manifestaron en la cruz.
·Jesús regresará por su iglesia como lo prometió.
Experiencia Personal: Muchas personas han tenido experiencias espirituales y momentos de conexión profunda que refuerzan su fe en Dios.
Sentido de Propósito: Creer en Dios proporciona un sentido de propósito y dirección en la vida, ayudando a enfrentar desafíos con esperanza.
Moral y Ética: Las enseñanzas religiosas ofrecen una guía moral y ética que ayuda a vivir de manera justa y compasiva.
Tradición y Cultura: La fe en Dios es una parte integral de muchas culturas y tradiciones, transmitida de generación en generación.
Respuesta a lo Desconocido: La creencia en Dios ofrece respuestas a preguntas existenciales y misterios del universo que la ciencia aún no puede explicar completamente.
Inspiración Divina: Creemos que la Biblia es la palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo y escrita por hombres guiados por Él.
Guía Moral: La Biblia ofrece principios y enseñanzas que nos ayudan a vivir de manera justa y ética.
Historia y Profecía: Contiene relatos históricos y profecías que se han cumplido, lo que refuerza nuestra fe en su veracidad.
Transformación Personal: Muchas personas han experimentado cambios profundos y positivos en sus vidas al seguir las enseñanzas bíblicas.
Unidad y Coherencia: A pesar de haber sido escrita por diferentes autores en distintos períodos, la Biblia mantiene una coherencia y unidad en su mensaje.